viernes, 31 de mayo de 2019

CONSECUENCIAS DE LA CRISIS DE 1929 EN URUGUAY

LA CRISIS DEL '29 Y EL GOLPE DE ESTADO DE TERRA


La caída de la Bolsa de Nueva York en 1929 tuvo repercusiones de caracter mundial, provocó la caída de las exportaciones y una grave crisis económica, que vía Europa llegó a América Latina. En el caso de nuestro país, la grave crisis económica tuvo repercusiones de carácter socio-económico, sumado a discrepacias políticas que, finalmente, desembocaron en la dictadura de Terra.


El plan anticrisis y sus costos sociales

La dramática reducción de las exportaciones entre 1929 y 1932 se hizo sentir en todos los sectores. El Consejo Nacional de Administración propuso un plan para enfrentar la crisis. Las medidas pretendían no solo paliar el déficit de la balanza comercial, sino frenar la devaluación acelerada del peso uruguayo. 
Por distintas razones, las disposiciones perjudicaron tanto a los exportadores como a los importadores y a las empresas extranjeras.
La inflación desatada y el cierre de empresas repercutieron en los trabajadores. A fin de compensar la rebaja del salario real se instauró la "semana inglesa", que reducía el horario laboral, y se promovió una política de obras públicas contra la desocupación. Los efectos de la crisis golpearon a toda la población, pero las clases conservadoras no estaban dispuestas a pagar un precio tan alto y el problema se trasladó al plano político.


El golpe de Estado

En las elecciones de 1930 habían triunfado los batllistas, logrando la mayoría en el Consejo Nacional de Administración, al que correspondía la dirección de la política económica. El presidente Terra pronto marcó distancia del batllismo y discrepó con las medidas tomadas por C.N.A. En esto fue respaldado por los conservadores colorados, el herrerismo y el Comité de Vigilancia Económica. Como respuesta, el batllismo hizo acuerdos con el nacionalismo independiente, rama disidente de la mayoría herrerista, para impulsar el plan anticrisis.
La gran abstención en las elecciones de 1932, que debían renovar parcialmente los integrantes del Consejo de Administración, fue interpretada por Terra como un juicio negativo a la política del C.N.A. Convencido de que el presidente debía intervenir en la conducción económica y de que no podía esperarse hasta que hubiera una reforma constitucional, el 31 de marzo de 1933 disolvió el Consejo y las cámaras.
El golpe contó con la adhesión expresa del herrerismo, el riverismo y otros colorados conservadores; sus apoyos sociales fueron el Comité de Vigilancia Económica (con el predominio del sector agroexportador) y las clases conservadoras en su conjunto. En su contra, se contaron batllistas, nacionalistas independientes, socialistas y comunistas. La población, en general, no mostró mayor signo de resistencia.

Imágenes sobre el suicidio de Brum  (ex-presidente, colorado y batllistas),
su muerte representó el quiebre institucional  y una muestra de oposición al golpe de Terra.


La "República conservadora"

Durante la breve dictadura de Terra hubo persecución, prisión y exilio; censura de prensa y limitación de libertades, pero no se prohibió la actividad de los partidos. La intención del presidente y sus aliados fue poner un Ejecutivo fuerte en la dirección económica. Rápidamente se convocó una Convención Constituyente. La nueva Constitución fue plebiscitada en abril de 1934. En ese mismo acto se eligieron senadores y diputados, con la ausencia de nacionalistas independientes y batllistas, que no presentaron listas ni votaron. Una disposición excepcional habilitó a la Constituyente a elegir al presidente y éste a hacer lo propio con los gobiernos departamentales. El candidato único fue Gabriel Terra. En el Senado, según el acuerdo pactado, la mitad correspondió a los terristas y la otra a los riveristas. De este modo, se inauguró un nuevo período constitucional, marcado por la representación parcial del espectro político y la participación directa de  hombres del agro y la empresa en el gobierno.

Entre el intervencionismo y el capital privado
Pese a sus compromisos con los grupos vinculados al capital nacional y extranjero, Terra mantuvo cierta autonomía de acción. Aplicó políticas tendientes a favorecer a las empresas extranjeras, al sector agro-exportador y a la industria, pero no dudó en fortalecer al Estado. Tal vez su pasado batllista o un pragmatismo consciente de la falta de iniciativa privada le llevaron a concebir proyectos de corte intervencionista o a la creación de empresas mixtas (por ejemplo: Conaprole). El Estado interventor de Terra, sin embargo, había cambiado de perspectiva y de aliados. Actuaba en la economía para apuntalar -no para sustituir- al capital privado; era un "estado nodriza", que lejos de hacer frente al sector empresarial, estaba dispuesto a complementar sus esfuerzos.

Las medidas de corte más dirigista se aplicaron al control de cambios y del comercio exterior. El Banco República tuvo el monopolio de la venta de moneda extranjera, derivando la diferencia de cambios a su favor, hacia políticas de incentivo a la producción o de compensación social. Estas últimas se basaron en el asistencialismo, que buscó atenuar los efectos de la crisis.

Julio Cesar Grauert concurre a un acto político el 23 de octubre de 1933 en la ciudad 
de Minas, 
a su regreso el auto es interceptado por la policía  cerca de Pando. 
La policía abre  
fuego y el joven dirigente colorado batllista muere por las heridas 
3 días después. 





El entierro de éste joven radical  dirigente batllista fue una verdadera
manifestación política, donde  hombres y mujeres expusieron 
oratoria (izquierda: discurso de Luisina Luisi) y debieron  enfrentar 
los gases lacrimógenos de la policía.

Material elaborado por la docente en base a material e información de: "Uruguay 1929-1938: depresión y desarrollo fabril" de Raúl Jacob s/d. "El impacto de la crisis del '29, los reformismos y aperturas políticas desde mediados de la década del '30" de Lucia Sala de Tourón s/d.


Las imágenes son escaneadas por la docente de "Historia del Urugay en imagenes", 36 cápítulos publicados por El País y B.S.E.

jueves, 30 de mayo de 2019

Uruguay en los años veinte: la economía


La fase de crecimiento previo al comienzo de la primera guerra mundial en Europa había dejado buenas ganancias a Uruguay, gracias a varios años de balanza comercial favorable. Incluso durante el conflicto, las necesidades de abastecimiento de algunos países mantuvieron a buen nivel la exportación de los principales productos de exportación. Pero a principios de los años veinte comenzó a notarse el efecto de las políticas proteccionistas de las naciones europeas, que produjeron una caída de la demanda y de los precios. El sector ganadero fue el más afectado, aunque también comerciantes e industriales se vieron afectados por la reducción de las importaciones.
Durante la segunda mitad de la década se advirtió una cierta mejora económica, debido a la recuperación europea y del creciente aporte de capitales estadounidenses, que reemplazaron a los ingleses en toda América. Esta afluencia de capitales, en muchos casos, contribuyó a disimular las debilidades de una economía poco diversificada en sus productos y mercados. Las lanas, las carnes y cueros constituían más del 95% de las exportaciones e Inglaterra seguía siendo el principal comprador. La incidencia estadounidense también contribuyó a disminuir las posibilidades de autonomía en algunos rubros específicos. En la rama frigorífica, el "trust de Chicago", por ejemplo, no solo dominaba el proceso de industrialización sino de comercialización, llevando el producto en sus propios barcos desde Montevideo a Londres y fijando la cuota de embarque que correspondía a Uruguay. Esto condicionaba la faena y los precios, aún en el mercado interno. Por esta razón, en 1928 se concretó un viejo proyecto batllista, el Frigorífico Nacional.
Tomado de Historia 3. Editorial Santillana

martes, 28 de mayo de 2019

Uruguay en los años 20: la política

La Constitución que entró en vigencia en 1919 tenía la característica de establecer la renovación parcial del ejecutivo colegiado y del Senado y la renovación total de la Cámara de Representantes y del Gobierno Municipal. En consecuencia, el país vivió un clima de lucha electoral casi permanente, porque casi todos los años había elecciones para renovar un tercio del Consejo Nacional de Administración o la Cámara de Diputados, o la de Senadores.

La frecuencia de las elecciones dejó definitivamente atrás la práctica de la lucha armada y estimuló muchísimo la participación electoral. Las escasas diferencias electorales entre blancos y colorados fueron también un estímulo para esa participación masiva y para la negociación política. Al mismo tiempo, los mecanismos de votación y control del sufragio también se fueron perfeccionando.

Durante la década del '20 se aprobaron leyes electorales y se crearon organismos específicos para organizar y controlar los comicios (Corte Electoral). Los adelantos en fotografía e impresión digital (Credencial Cívica) facilitaron la depuración del Registro Cívico y dificultaron el fraude, en tanto la fiscalización de la Corte Electoral dotó al acto comicial de mayores garantías. Al mismo tiempo otras leyes regularon la nueva realidad partidaria, ya que si bien se mantenía la pertenencia mayoritaria al partido blanco o colorado, habían surgido facciones internas en cada uno de ellos, con intereses e ideologías diferentes entre sí.

La ley de lemas de 1925 estableció el carácter de lema para el Partido y el de sublema para sus facciones internas. Con esto, convirtió a las minorías intrapartidarias en aliados imprescindibles para la victoria, especialmente porque las elecciones nacionales marcaban una estrecha diferencia de votos entre blancos y colorados. De ahí que las mayorías en cada partido se vieron obligadas a hacer frecuentes concesiones a los grupos minoritarios, lo que mereció el nombre de "política del compromiso". Muchos fueron los acuerdos y alianzas que, a veces a costa de sus propios intereses, tuvieron que hacer las mayorías partidarias, en especialel batllismo.

Finalmente la década del '20 se caracterizó por un Partido Nacional unido detrás de la candidatura de Luis Alberto de Herrera, mientras el Partido Colorado seguía reflejando las divisiones heredadas del debate constitucional de 1917. Aun así, Batlle y Ordóñez lideró el sector mayoritario hasta su muerte en 1929.



Tomado de Historia 3. Editorial Santillana

viernes, 24 de mayo de 2019

La Revolución rusa

En 1914 al estallar la primera guerra mundial, Rusia era un país rural gobernado por una monarquía absoluta. Mientras el capitalismo y la industrialización se afianzaban en Europa occidental, el Imperio ruso permanecía estancado. Fue allí, sin embargo, donde tuvo lugar la revolución más radical de la historia contemporánea.

El Imperio Ruso en la primera guerra mundial

La abdicación del Zar

La causa desencadenante de la revolución fue la participación de Rusia en la primera guerra mundial. Las pérdidas materiales y humanas llevaron al país al borde del desastre. La mayor parte de la población culpaba al zar por el cúmulo de males que padecía. El hambre y la carestía causadas por la caída de la producción, los millones de muertos y heridos, y la ineficacia del gobierno para resolver estos problemas provocaron huelgas y motines en las principales ciudades, especialmente en la capital, Petrogrado. Finalmente, la presión popular hizo abdicar al zar, en febrero de 1917. 



El Gobierno Provisional que lo sustituyó se mostró impotente para controlar la situación. En todo el país se formaron asambleas integradas por obreros y campesinos, a las que pronto se agregaron los soldados. Estos consejos denominados “soviets” exigían poner fin a la guerra y remedio a las deplorables condiciones de vida de la población. No obstante, formaban un movimiento sin rumbo ni liderazgo. Ese fue el papel que cumplió Lenin, llegado de su exilio en Suiza, en abril de 1917.


Sóviet de Petrogrado

La Revolución de octubre

Lenin pertenecía a la facción más radical del Partido Obrero Social Demócrata Ruso: los bolcheviques o "rojos". Como todos los socialistas, pensaba que era necesario terminar con el capitalismo para dar paso a una sociedad igualitaria. Pero en Rusia no podía hablarse de una economía capitalista y el proletariado era muy reducido como para protagonizar la revolución. Sin embargo, Lenin decidió que los bolcheviques debían tomar la dirección del movimiento popular protagonizado por los sóviets de obreros, campesinos y soldados. En torno a dos grandes consignas encauzó Lenin su estrategia: "Todo el poder a los soviets" y "Pan, tierra y paz". En octubre de 1917, apoyados por el soviet de Petrogrado, los bolcheviques tomaron por asalto el Palacio de Invierno, sede del Gobierno Provisional.


Lenin y Trotsky, lìderes de la revolución de octubre

La Revolución socialista en marcha

Tras la toma del poder, los bolcheviques adoptaron de inmediato algunas medidas. Entre ellas, la confiscación de las propiedades de la nobleza, que se repartieron entre los campesinos, y la decisión de que las fábricas pasaran a ser gestionadas por los obreros. Los oficiales del ejército pasaron a ser elegidos por los soldados. El Estado tomó bajo su control la industria pesada, la banca y el comercio exterior. En marzo de 1918 Rusia se retiró de la guerra mundial y en julio del mismo año fueron ejecutados el zar Nicolás II y su familia. La reacción de los afectados no se hizo esperar y se produjo una guerra civil en la cual también participaron los ex aliados de Rusia en la guerra. La nueva guerra duró tres años (1918 a 1921) y concluyó con la victoria del Ejército Rojo de los bolcheviques. Tras el triunfo militar, Lenin planteó la necesidad de formar un partido político de vanguardia que condujera el proceso hacia la sociedad socialista. Con esa idea se creó el Partido Comunista (PC) en 1921, único partido autorizado a partir de entonces. En 1922 se creó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), una federación que aglutinaba muchas de las naciones del viejo Imperio ruso.

Bandera de la URSS

Información tomada de Historia 3. Ed. Santillana.

miércoles, 15 de mayo de 2019

PRIMERA GUERRA MUNDIAL - GUERRA TOTAL

(Textos basados en “Historia del Siglo XX” de Eric Hobsbawm)

Guerra total

El siglo XX no puede concebirse disociado de la guerra, siempre presente aun en los momentos en los que no se escuchaba el sonido de las armas y las explosiones de las bombas. En 1914 desde hacía un siglo no se había registrado una guerra en la que hubieran participado todas las grandes potencias, o la mayor parte de ellas. Además, la mayor parte de los conflictos en los que estuvo involucrada alguna de las grandes potencias habían terminado rápidamente. Lo normal era que las guerras duraran meses o incluso semanas. Anteriormente, nunca se había producido una guerra mundial. Entre 1815 y 1914 ninguna gran potencia enfrentó a otra más allá de su región de influencia inmediata. Todo eso cambió en 1914. En la primera guerra mundial participaron todas las grandes potencias. Además, diversos países enviaron tropas, por primera vez, a luchar fuera de su región. Posteriormente, en la segunda guerra mundial (1939-1945), prácticamente todos los estados independientes del mundo se vieron involucrados en la contienda, voluntaria o involuntariamente. Ya fueran locales, regionales o mundiales, las guerras del siglo XX tendrían una dimensión infinitamente mayor que los conflictos anteriores. Desde entonces se da por sentado que la guerra moderna involucra a todos los ciudadanos, la mayor parte de los cuales además son movilizados; que utiliza un armamento que exige una modificación del conjunto de la economía para producirlo y que se utiliza en grandes cantidades; que causa un elevadísimo nivel de destrucción y que domina y transforma por completo la vida de los países participantes. Todos estos fenómenos se dan únicamente en las guerras del siglo XX.

Guerra de trincheras

Las líneas paralelas de trincheras y fortificaciones defensivas que se extendían a lo largo de la frontera de Francia con Bélgica y Alemania eran el «frente occidental», que se convirtió probablemente en la maquinaria más mortífera que había conocido hasta entonces la historia del arte de la guerra. Millones de hombres se enfrentaban desde los parapetos de las trincheras formadas por sacos de arena, bajo los que vivían como ratas y piojos (y con ellos). De vez en cuando, sus generales intentaban poner fin a esa situación de parálisis. Durante días, o incluso semanas, la artillería realizaba un bombardeo incesante para «ablandar» al enemigo y obligarle a protegerse en los refugios subterráneos hasta que en el momento oportuno oleadas de soldados saltaban por encima del parapeto, protegido por alambre de espino, hacia «la tierra de nadie», un caos de cráteres de obuses anegados, troncos de árboles caídos, barro y cadáveres abandonados, para lanzarse hacia las ametralladoras que, como ya sabían, iban a segar sus vidas. Por ejemplo, en 1916 (febrero-julio) los alemanes intentaron sin éxito romper la línea defensiva en Verdún, en una batalla en la que se enfrentaron dos millones de soldados y en la que hubo un millón de bajas. La ofensiva británica en el río Somme costó a Gran Bretaña 420.000 muertos (60. 000 sólo el primer día de la batalla). 

FOTOGRAFÍAS DE LA PGM

https://m.magnet.xataka.com/un-mundo-fascinante/primera-guerra-mundial-todo-color-27-fotografias-pioneras-dia-dia-contienda

Ficha sobre Primera Guerra Mundial

Ejercicio 1


Caricatura de un diario británico de 1914, que representa los apetitos de las potencias europeas por los territorios balcánicos del Imperio Turco.



1. ¿Cuáles de las causas de la primera guerra mundial aparecen representadas en la caricatura? Argumenta tu respuesta.

2. Averigua cuáles son los países que actualmente conforman la península balcánica en Europa.


Ejercicio 2

Lee con detención los siguientes textos, analiza la fotografía y luego responde las preguntas.

Soldado inglés desde el frente, Francia, febrero 1918

“Cariño mío. Ahora, si no hay problemas, vas a saber todo acerca de lo que ocurre aquí. Sé que te llevarás una gran sorpresa cuando te llegue esta carta... ¡Si alguna autoridad la ve! (...) Quizá te gustará saber cómo está el ánimo de los hombres aquí. Bien, la verdad es que (y como te dije antes, me fusilarán si alguien de importancia pilla esta misiva) todo el mundo está totalmente harto y a ninguno le queda nada de lo que se conoce como patriotismo. A nadie le importa un rábano si Alemania tiene Alsacia, Bélgica o Francia. Lo único que quiere todo el mundo es acabar con esto de una vez e irse a casa. Esta es honestamente la verdad, y cualquiera que haya estado en los últimos meses te dirá lo mismo. De hecho, y esto no es una exageración, la mayor esperanza de la gran mayoría de los hombres es que los disturbios y las protestas en casa obliguen al gobierno a acabar como sea. Ahora ya sabes el estado real de la situación.
Yo también puedo añadir que he perdido prácticamente todo el patriotismo que me quedaba, solo me queda el pensar en todos los que estáis allí, todos a los que amo y que confían en mí para que contribuya al esfuerzo necesario para vuestra seguridad y libertad. Esto es lo único que mantiene y me da fuerzas para aguantarlo”.

Fuente: Laurie, Francia, febrero, 1918.
www.historiasiglo20.org/TEXT/cartasoldadoingles.htm (Fecha de acceso: 04/10/2010)


Breve texto de una novela histórica ambientada en la Primera Guerra Mundial.

“Soy joven, tengo veinte años, pero no conozco de la vida más que la desesperación y la muerte, la angustia y el tránsito de una existencia llena de la más estúpida superficialidad a un abismo de dolor.
Veo que los pueblos son lanzados unos contra otros, y se matan sin rechistar, sin saber nada, locamente, dócilmente, inocentemente. Veo cómo los más ilustres cerebros inventan armas y frases para hacer posible todo esto durante más tiempo y con mayor refinamiento”.

Remarque, E.M. Sin novedad en el frente, (Extracto), Alemania, 1929.

Soldados alemanes durante la Primera Guerra Mundial.


1. ¿Qué expresa la fotografía? Identifica los elementos propios de la guerra que se observan. ¿Qué dificultades crees que tuvieron que enfrentar los soldados en las trincheras?
2. Respecto a la carta, ¿cuál es el estado de los combatientes? ¿Cómo experimentaban ellos los sentimientos nacionalistas de la época?
3. ¿Qué actitud o sentimiento refleja el autor del segundo texto?
4. Relaciona ambos textos con la información que entrega la fotografía.

  
Ejercicio 3

A partir de los siguientes documentos responde las preguntas:

A las mujeres francesas

“En nombre del gobierno de la República (…), les pido que mantengan la actividad agrícola, recojan las cosechas del último año y preparen las del próximo (…) Hay que atender a vuestra subsistencia, al abastecimiento de las poblaciones urbanas y, sobre todo, al de aquellos que defienden las fronteras, la independencia del país, la civilización y el derecho”
.
Fuente: Llamamiento de René Viviani, Presidente del Consejo, París, agosto de 1914.
El trabajo femenino

“Los primeros meses, tras el estallido de la contienda, muchas fábricas y talleres cerraron sus puertas, ante el abandono de los hombres de sus puestos de trabajo por su movilización para los frentes. Los gobiernos hicieron llamamientos a las mujeres para que ocuparan los lugares de trabajo, abandonados por ellos, y en las fábricas de armamentos en Francia ingresaron más de medio millón de mujeres. A consecuencia de ello cambiaron los valores, e incluso, la moda femenina: se acortaron las faldas, muy largas para las nuevas tareas, y los cabellos, que requerían mucho tiempo para su cuidado”.

Fuente: Vega, E.: La mujer en la historia. Madrid: Anaya, 1992.

1. ¿Por qué las mujeres se incorporan al mundo del trabajo durante la guerra?
2. ¿Qué tipos de trabajo pasaron a realizar las mujeres?
3. ¿Qué consecuencias y proyecciones tuvo este hecho en la vida de las mujeres?
4. ¿Qué aspectos enfatizan y destacan cada uno de los textos?

Tomado de: Álvarez y Barahona (2011) Historia y Ciencias Sociales. Santiago de Chile.

viernes, 10 de mayo de 2019

LAS RESISTENCIAS AL BATLLISMO

La acción del estado en materia de nacionalizaciones y estatizaciones no siempre encontró el camino despejado. Las empresas extranjeras recurrieron incluso a la presión diplomática para impedir la acción del estado. Por ejemplo, la presión ejercida por la embajada inglesa condujo a la modificación del proyecto original de creación del Banco de Seguros.

Los capitalistas locales, a su vez, veían con cierta desconfianza una política que, si bien estimulaba el desarrollo industrial, por otro lado manifestaba una vocación industrialista tan extendida (el estado deseaba estar en todos los rubros de producción) que amenazaba con dejar sin espacio a la empresa privada.

Las iniciativas batllistas en materia de legislación laboral representaron también un punto de enfrentamiento con los sectores empresariales y conservadores de la sociedad. Batlle manifestó una tolerancia –insólita para la época- con respecto a los obreros en huelga. Por ejemplo, durante los diez días que duró la huelga tranviaria de mayo de 1911, el gobierno obligó a las empresas a pagar multas por incumplimiento de los servicios y tomó medidas para impedir que los patrones sustituyeran a los huelguistas por nuevos trabajadores. Para los empresarios, Batlle estaba del lado de los obreros.
________________________________

Adaptado de Historia 3. Editorial Santillana.

Actividad sobre modernización y Batllismo

Modernización

Observar las siguientes imágenes y responder para cada una:

A. ¿Qué elemento modernizador representan?
B. ¿Cuándo aproximadamente fue introducido en el país?
C. Piensa ¿qué aspecto de la vida del país fue modernizado?

1












2














3

















Reformismo batllista.

4. Buscar información y definir el concepto de nacionalización y estatización.
5. Explicar la siguiente imagen utilizando dichos conceptos.

Central Termo-Eléctrica "José Batlle y Ordoñez"
pereneciente a las Usinas y Teléfonos del Estado (UTE)


















6. Realizar el siguiente esquema completando con las propuestas de reforma batllista para cada problema a mejorar.

Problema a mejorar
Propuesta de reforma
Tipo de reforma
Malos y caros servicios públicos prestados por empresas extranjeras. 



Opresión de las mujeres en el hogar y en la sociedad



Largas y extenuantes jornadas de trabajo en los talleres y fábricas del país.



Excesivo poder otorgado al presidente de la república



Influencia de la Iglesia Católica en el Estado





jueves, 9 de mayo de 2019

EL PENSAMIENTO DE BATLLE Y ORDÓÑEZ

Justificación de las estatizaciones

La fuga de capitales que representaba para el país el envío al exterior de las ganancias de las empresas extranjeras.

La mediocre calidad de los servicios prestados por ellas.

El Estado podía mejorar la calidad de los servicios y bajar las tarifas porque el interés social predominaba sobre la acumulación de beneficios.

Las empresas estatales contribuían a financiar los gastos del estado, aliviando de esta forma los impuestos pagados por la población.

Pensamiento social

El acuerdo entre los grupos sociales es siempre preferible a la lucha, y en ese acuerdo, el estado debe ser el árbitro.

Dado que las partes en conflicto no tenían las mismas fuerzas, el estado debía ser un árbitro favorable "a los oprimidos del taller y del hogar" (trabajadores/as, mujeres, ancianos/as y niños/as).

Adelantándose a los tiempos, el estado tenía que promover reformas que evitaran conflictos y situaciones injustas.

Adaptado de Historia 3. Editorial Santillana.


SER BATLLISTA EN 1911

"En 1911 se era batllista porque se era partidario de la jornada laboral de ocho horas, de la estatización de los servicios públicos, del ataque al "latifundio arcaizante" y también porque se enviaba a los hijos a educarse a escuelas laicas y públicas, se aceptaba sólo el casamiento civil rechazándose el religioso, se impulsaba a las hijas mujeres a estudiar en la Universidad y se disculpaba a los anarquistas cuando estos se mostraban irrespetuosos ante los símbolos patrios. Ser batllista 'avanzado' en estos años era adoptar una postura determinada en todos los órdenes de la vida, una militancia que, por lo general, chocaba con las pautas morales imperantes."

José Pedro Barrán y Benjamín Nahum,
Batlle, los estancieros y el Imperio británico,
Las primeras reformas, 1903-1911.
Ediciones de la Banda Oriental, 1983

BATLLISMO Y SOCIALISMO

"Si por socialismo se entiende el mejoramiento de las clases obreras y trabajadoras, tendiendo a elevar su cultura, sus medios de existencia y su dignidad humana, si se entiende también el procurar a la sociedad una distribución más racional de la riqueza, si por socialismo se entiende defender y buscar de mejorar ese gran valor económico que se llama hombre –sin el cual no hay progreso ni adelantos-, en ese caso este proyecto es netamente socialista; peor si por socialismo se entiende la desaparición de la propiedad privada individual, si por socialismo se entiende la apropiación de todos los medios de producción, yo digo entonces que este proyecto no ha sido inspirado en las ideas de esa escuela."

José Serrato, en Milton Vanger, El país modelo,
Ediciones de la Banda Oriental, 1983.


miércoles, 8 de mayo de 2019

SEGUNDA PRESIDENCIA DE BATLLE Y ORDÓÑEZ (1911-1915)

1911

- Presentación del proyecto de ley que implantaba las 8 horas de trabajo, limitaba el trabajo de los menores, establecía el descanso semanal obligatorio y un mes de licencia paga después del parto.
- Estatización del Banco de la República. 
- Estatización de la Usina Eléctrica de Montevideo.
- Estatización del Banco Hipotecario.
- Ley de recargo aduanero para estimular el desarrollo industrial (proteccionismo).
- Creación del Instituto de Pesca.
- Creación del Instituto de Química Industrial.
- Creación del Instituto de Geología y Perforaciones.

1912

- Ley de liberalización de importación de materias primas para abastecer a la industria.
- Creación del Banco de Seguros del Estado, rompiendo el monopolio de esa actividad que hasta entonces tenían las empresas extranjeras.
- Creación de los liceos departamentales.
- Creación de un liceo femenino.

1913

- Ley del divorcio por la sola voluntad de la mujer.
- Batlle comenzó a publicar sus ideas acerca de la reforma constitucional: separar la Iglesia del Estado, crear leyes para la administración de las empresas del Estado, sustituir al presidente por un Ejecutivo Colegiado de 9 miembros.

1915 

- Luego de años de demoras y modificaciones se aprobó la ley de jornada máxima de 8 horas (no se aplicó a trabajadores/as rurales y domésticos).

1919

- Se aprobó la ley de pensiones a la vejez y a la invalidez.




EL PRIMER BATLLISMO


Se conoce con el nombre de “Primer Batllismo” al período de tiempo en que José Batlle y Ordóñez fue la figura central del ámbito político en nuestro país. Su pensamiento y acción fueron muy influyentes en los cambios económicos y sociales que se desarrollaron en las primeras décadas del XX, período que también es conocido como la “Segunda Modernización del Uruguay”.

José Batlle y Ordoñez fue líder del Partido Colorado y dos veces presidente de la República (1903-1907 y 1911-1915).

Al "Primer Batllismo” lo reconocemos en una serie  de reformas realizadas en varios escenarios de la vida del país. Se trató de un plan de transformaciones:


Reforma económica: nacionalización y estatización de bancos y empresas, protección de la industria nacional.

Reforma social: apoyo a las demandas laborales de los obreros, legislación social para proteger a los más débiles de la sociedad (obreros, mujeres, ancianos, niños).

Reforma rural: eliminación del latifundio ganadero y su sustitución por pequeños propiedades dedicadas a la agricultura.

Reforma fiscal: aumento de los impuestos a los ricos y descenso de los impuestos al consumo.

Reforma moral: aumento de la educación, rechazo a la Iglesia Católica (anticlericalismo), propuestas de emancipación para la mujer.

Reforma política: promover una mayor participación política de la sociedad, colegialización del poder ejecutivo (Consejo de 9 miembros en lugar de un presidente).

"Todas estas reformas (muchas de las cuales no llegaron a concretarse en su totalidad) no solo tenían defensores entusiastas, también provocaron miedos y resistencias".

Tomado y adaptado de: Uruguay. Tomo II-1880-1930. Reforma social y democracia de partidos. Dirigido y coordinado por el historiador Gerardo Caetano.