miércoles, 15 de mayo de 2019

PRIMERA GUERRA MUNDIAL - GUERRA TOTAL

(Textos basados en “Historia del Siglo XX” de Eric Hobsbawm)

Guerra total

El siglo XX no puede concebirse disociado de la guerra, siempre presente aun en los momentos en los que no se escuchaba el sonido de las armas y las explosiones de las bombas. En 1914 desde hacía un siglo no se había registrado una guerra en la que hubieran participado todas las grandes potencias, o la mayor parte de ellas. Además, la mayor parte de los conflictos en los que estuvo involucrada alguna de las grandes potencias habían terminado rápidamente. Lo normal era que las guerras duraran meses o incluso semanas. Anteriormente, nunca se había producido una guerra mundial. Entre 1815 y 1914 ninguna gran potencia enfrentó a otra más allá de su región de influencia inmediata. Todo eso cambió en 1914. En la primera guerra mundial participaron todas las grandes potencias. Además, diversos países enviaron tropas, por primera vez, a luchar fuera de su región. Posteriormente, en la segunda guerra mundial (1939-1945), prácticamente todos los estados independientes del mundo se vieron involucrados en la contienda, voluntaria o involuntariamente. Ya fueran locales, regionales o mundiales, las guerras del siglo XX tendrían una dimensión infinitamente mayor que los conflictos anteriores. Desde entonces se da por sentado que la guerra moderna involucra a todos los ciudadanos, la mayor parte de los cuales además son movilizados; que utiliza un armamento que exige una modificación del conjunto de la economía para producirlo y que se utiliza en grandes cantidades; que causa un elevadísimo nivel de destrucción y que domina y transforma por completo la vida de los países participantes. Todos estos fenómenos se dan únicamente en las guerras del siglo XX.

Guerra de trincheras

Las líneas paralelas de trincheras y fortificaciones defensivas que se extendían a lo largo de la frontera de Francia con Bélgica y Alemania eran el «frente occidental», que se convirtió probablemente en la maquinaria más mortífera que había conocido hasta entonces la historia del arte de la guerra. Millones de hombres se enfrentaban desde los parapetos de las trincheras formadas por sacos de arena, bajo los que vivían como ratas y piojos (y con ellos). De vez en cuando, sus generales intentaban poner fin a esa situación de parálisis. Durante días, o incluso semanas, la artillería realizaba un bombardeo incesante para «ablandar» al enemigo y obligarle a protegerse en los refugios subterráneos hasta que en el momento oportuno oleadas de soldados saltaban por encima del parapeto, protegido por alambre de espino, hacia «la tierra de nadie», un caos de cráteres de obuses anegados, troncos de árboles caídos, barro y cadáveres abandonados, para lanzarse hacia las ametralladoras que, como ya sabían, iban a segar sus vidas. Por ejemplo, en 1916 (febrero-julio) los alemanes intentaron sin éxito romper la línea defensiva en Verdún, en una batalla en la que se enfrentaron dos millones de soldados y en la que hubo un millón de bajas. La ofensiva británica en el río Somme costó a Gran Bretaña 420.000 muertos (60. 000 sólo el primer día de la batalla). 

FOTOGRAFÍAS DE LA PGM

https://m.magnet.xataka.com/un-mundo-fascinante/primera-guerra-mundial-todo-color-27-fotografias-pioneras-dia-dia-contienda

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