Como muchos mandatarios de esta época, Terra se consideró un innovador. En buena medida, su gobierno respondió a los sectores sociales que lo habían respaldado, por lo que ofreció a las patronales empresariales la representación en varios organismos estatales. Estas patronales empresariales representaban a la clase social privilegiada por ser dueños de la riqueza ganadera, comercial e industrial del país. Se nucleaban en la Cámara Nacional de
Comercio, la Federación Nacional de la Industria y el
Comercio, la Asociación Comercial del Uruguay y la
Federación Rural.
Los sectores populares fueron los más afectados por la crisis. Para contrarrestar los peores efectos de la desocupación y la carestía, el gobierno impulsó políticas de generación de fuentes de trabajo —como las obras públicas— y se convirtió, además, en el "gran empleador", fomentando el ingreso de funcionarios a la administración estatal.
Se implementaron también políticas asistenciales, como los comedores públicos —gratuitos o a bajo precio—, los subsidios a algunos productos alimenticios y el control de precios en ciertos artículos de primera necesidad. También se rebajaron los alquileres y se crearon organismos que permitieran el acceso a la vivienda para los trabajadores de los sectores bajos y medios.
Tomado y adaptado de Historia 3, Editorial Santillana.
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