La recuperación de posguerra de los países que pronto formarían el Mercado Común Europeo está directamente vinculada a la intervención económica y política que para ello pusieron en marcha los Estados Unidos.
Esta actitud fue impulsada por dos razones fundamentales vinculadas a los intereses económicos y políticos norteamericanos. Por una parte, la impresionante capacidad productiva que habían desarrollado, junto a la internacionalización de su economía y finanzas, impulsaban al complejo industrial y bancario de este país a presionar por una política económica expansionista. Por otra, la propagación de una ideología que otorgaba a los Estados Unidos el papel de defensores de las libertades y de la democracia burguesa. En este sentido, para los dirigentes políticos norteamericanos dejar abandonada a su propia suerte a la debilitada Europa equivalía a dejarla en manos de las presiones populares y bajo la "amenaza" de los movimientos comunistas.
Precisamente, en Francia, el Partido Comunista se convirtió en la principal fuerza electoral en 1946, con el 28 % de los votos. Mientras que en Italia, entre socialistas y comunistas sumaban más del 40 % de los sufragios.
Pero el supuesto más temible para las pretensiones políticas de los Estados Unidos se produjo en 1947 en Grecia, donde la guerrilla popular comunista, organizada durante los años de resistencia al nazismo, continuaba en pie de lucha y había realizado importantes avances. Al mismo tiempo las tensiones en la frontera con Turquía hacían pensar en una pronta intervención militar de los soviéticos.
Estas consideraciones fueron decisivas para que la administración Truman (sucesor de Roosevelt en la presidencia de los EEUU) accediera a darle apoyo político y financiero a los partidos moderados de Grecia y Turquía. El Congreso aprobó la ayuda económica el 12 de marzo de 1947, el día en que Truman expuso las ideas que justificarían el intervencionismo estadounidense en el exterior durante la denominada "guerra fría".
En 1948 el general Marshall -secretario de Estado- presentó un programa concreto de ayuda a los países europeos, hasta que lograran afianzar su reconstrucción económica y social. Se reconocía que la pobreza, el desempleo, la escasez y el hambre eran factores que no permitían el desarrollo de "instituciones libres", y sí estaban en el origen del totalitarismo.
El 4 de abril de 1948, el presidente Truman aprobó la propuesta de Marshall, con el nombre de European Recovery Plan. La propuesta también iba dirigida a los países que quedaban en la zona de influencia soviética, pero el gobierno comunista de Moscú presionó para que no se la aceptara. También quedó afuera España -aunque sólo al principio- debido a las características fascistas de su sistema político.
Entre 1948 y 1961, el ayuda económica de los Estados Unidos para la reconstrucción de Europa superó los 30 mil millones de dólares, siendo sus principales beneficiarios Gran Bretaña, Francia, Alemania Federal e Italia.
La aplicación del Plan tendría notables consecuencias en la sociedad europea occidental, una de las cuales fue la marginación de los partidos que aspiraban a un cambio revolucionario como medio para solucionar los problemas económicos y sociales del continente. También constituyó un momento excepcional en las relaciones históricas entre Europa y los Estados Unidos.
Precisamente, en Francia, el Partido Comunista se convirtió en la principal fuerza electoral en 1946, con el 28 % de los votos. Mientras que en Italia, entre socialistas y comunistas sumaban más del 40 % de los sufragios.
Pero el supuesto más temible para las pretensiones políticas de los Estados Unidos se produjo en 1947 en Grecia, donde la guerrilla popular comunista, organizada durante los años de resistencia al nazismo, continuaba en pie de lucha y había realizado importantes avances. Al mismo tiempo las tensiones en la frontera con Turquía hacían pensar en una pronta intervención militar de los soviéticos.
Estas consideraciones fueron decisivas para que la administración Truman (sucesor de Roosevelt en la presidencia de los EEUU) accediera a darle apoyo político y financiero a los partidos moderados de Grecia y Turquía. El Congreso aprobó la ayuda económica el 12 de marzo de 1947, el día en que Truman expuso las ideas que justificarían el intervencionismo estadounidense en el exterior durante la denominada "guerra fría".
En 1948 el general Marshall -secretario de Estado- presentó un programa concreto de ayuda a los países europeos, hasta que lograran afianzar su reconstrucción económica y social. Se reconocía que la pobreza, el desempleo, la escasez y el hambre eran factores que no permitían el desarrollo de "instituciones libres", y sí estaban en el origen del totalitarismo.
El 4 de abril de 1948, el presidente Truman aprobó la propuesta de Marshall, con el nombre de European Recovery Plan. La propuesta también iba dirigida a los países que quedaban en la zona de influencia soviética, pero el gobierno comunista de Moscú presionó para que no se la aceptara. También quedó afuera España -aunque sólo al principio- debido a las características fascistas de su sistema político.
Entre 1948 y 1961, el ayuda económica de los Estados Unidos para la reconstrucción de Europa superó los 30 mil millones de dólares, siendo sus principales beneficiarios Gran Bretaña, Francia, Alemania Federal e Italia.
La aplicación del Plan tendría notables consecuencias en la sociedad europea occidental, una de las cuales fue la marginación de los partidos que aspiraban a un cambio revolucionario como medio para solucionar los problemas económicos y sociales del continente. También constituyó un momento excepcional en las relaciones históricas entre Europa y los Estados Unidos.
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