El cerco sobre Berlín y la capitulación alemana
Mientras los
"tres grandes" —Churchill, Roosevelt y Stalin— se reunían en Yalta,
en febrero de 1945, para “repartirse” el mundo después de la guerra, los
soviéticos avanzaban sobre Europa Central, en dirección a Berlín. Otro tanto
hacían las tropas americanas desde el oeste. Ambos ejércitos se encontraban a
100 kilómetros de la capital alemana, en marzo de 1945. Cercado y sin
posibilidad de reacción, Hitler se suicidó en su bunker, el 30 de abril, junto con sus más directos
colaboradores. En ese mismo mes, los partisanos italianos habían capturado a
Mussolini, que fue ejecutado y colgado en una plaza pública de Milán. El último
gobierno del Reich duró apenas una semana, hasta que el mariscal Doenitz firmó
la capitulación incondicional de Alemania, los días 7 y 8 de mayo de 1945.
Los soviéticos izando su bandera sobre el parlamento alemán |
La batalla
final contra Japón
Para la primavera del 45, quedaba Japón como último bastión del antiguo Eje, decidido a no
ceder el Pacífico a los americanos. Su poderosa flota y la acción de sus kamikazes implicaron una larga lucha
para los estadounidenses, que avanzaban
lentamente, de isla en isla. Durante las batallas de lwo Jima y Okinawa,
los bombarderos estadounidenses arreciaron sobre ciudades y centros
industriales, pero la resistencia japonesa parecía invulnerable. La batalla en
Filipinas se estancó durante meses. Fue entonces que el presidente Harry Truman, sucesor de Roosevelt a su muerte, tomó la decisión que cambiaría el futuro de
la guerra y del mundo. El 6 de agosto de 1945, una bomba atómica cayó sobre
Hiroshima y, tres días después, otra arrasó Nagasaki. Las negociaciones
de paz se iniciaron de inmediato y la rendición de Japón se firmó el 2 de
setiembre de 1945.
Hiroshima después de la bomba |
Tomado de Historia 3. Mundo, América Latina y Urugua, 1850-2000. Ed. Santillana.
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