jueves, 28 de marzo de 2019

LA EXPANSIÓN COLONIAL IMPERIALISTA

Hacia la segunda mitad del siglo XIX, Europa inició de un modo continuo y sistemático la conquista económica y militar de inmensos territorios de Asia y de África. En un primer momento la iniciativa la tomaron Francia e Inglaterra y más tarde lo hizo Alemania. Las razones que los llevaron a realizar estas ocupaciones territoriales fueron:

* Las industrias europeas necesitaban, luego de la crisis de 1873, mercados en donde colocar sus inversiones de capital (ferrocarriles, telégrafos y préstamos) para evitar que sus ganancias continuaran bajando;

* En las nuevas regiones podían vender sus productos sin competidores y obtener de ellas materias primas para continuar con el desarrollo industrial en Europa. Además, para la obtención de materias primas contaban con la ventaja de utilizar a la población local como mano de obra abundante y barata.

La expansión imperialista también se extendió sobre América Latina. Desde las primeras décadas del siglo XIX, las ex colonias españolas eran países políticamente independientes. Sin embargo, sus economías estaban bajo la influencia de las potencias industriales europeas, principalmente Gran Bretaña. Los países americanos producían productos primarios (de la agricultura, la ganadería, la minería) que vendían a los países europeos. Y éstos les vendían sus productos industriales. Este intercambio comercial generó una relación de dependencia económica. Aunque desde la segunda mitad del siglo XIX los países latinoamericanos no dependieron políticamente de los países europeos (no fueron colonias), formaron parte de un imperio informal británico.

Los territorios dominados militar, económica y políticamente fueron considerados colonias, gobernadas por funcionarios designados por las metrópolis europeas. Los funcionarios podían ser de origen europeo o local. Las colonias de cada metrópoli formaron parte de un imperio colonial. En algunas regiones del mundo, la expansión imperialista no significó la ocupación militar y política de los territorios. El dominio se ejerció por otros métodos, por ejemplo el establecimiento de áreas de influencia como en China o el ejercicio de presiones políticas como en la mayor parte de América Latina.

Los imperios coloniales dominaron económica y políticamente a pueblos de características muy diversas. Las colonias vieron expoliadas sus riquezas naturales y alteradas sus tradiciones culturales. Las economías tradicionales de las áreas coloniales fueron destruidas y esos territorios pasaron a depender de las metrópolis. A principios del siglo XX el proceso de expansión territorial alcanzó sus límites y surgieron rivalidades entre las metrópolis por el dominio colonial. Estas tensiones fueron una de las causas que condujeron al estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.

Alonso, M., Elisalde, R., Vázquez, E., Historia de Argentina y el Mundo Contemporáneo. Aique. Buenos Aires, 1994. Pág. 76 a 108.



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