“Étienne Lantier: ¿sabes algo
de Pluchart?
Rasseneur: Sí, me ha escrito.
La Asociación Internacional de Trabajadores que han creado en Londres funciona muy
bien, cada vez tiene más afiliados. Por primera vez los trabajadores del mundo
se han unido para luchar de igual a igual contra la patronal.
Souvarine: Tonterías. Vuestro
Karl Marx sigue creyendo en la evolución de las fuerzas naturales, queriendo
negociar con los patronos cara a cara para obtener aumentos de salarios. Hay
que prender fuego a todas las ciudades y arrasarlo todo. Cuando ya no quede
nada en este mundo podrido, tal vez crezca otro mejor.
Étienne Lantier: No llegaremos
a ese extremo. El obrero solo no es nada, pero unido representa una fuerza.
Hemos de crear una sección aquí en Montsou. El asunto del entibado acabará mal,
si la compañía se empeña, habrá una huelga, hay que organizarse, hay que crear
un fondo de previsión, que, llegado el momento, sirva de caja de resistencia31.
Cuanto más dinero tengamos, más resistiremos.
Rasseneur: Lo malo son las
cuotas, 50 céntimos anuales para el fondo general, 2 francos para la sección,
es demasiado, no querrán pagar.
Étienne Lantier: Hay que
reconstruir un mundo nuevo más justo, legalmente, unirnos para dictar nuestras
leyes.
Souvarine: Aumentar los
salarios en el marco de una economía capitalista es un sueño. Los obreros sólo
tienen derecho a comer pan duro y a hacer críos. Es una ley férrea que se basa
en el equilibrio de los vientres vacíos, es una condena a cadena perpetua de
hambre y miseria. Hay que destruirlo todo. Sí, la anarquía y nada más. La
tierra lavada por la sangre, purificada por el fuego, después ya veremos.
Étienne Lantier: Hay que
evitar el derramamiento de sangre.”
La AIT, el marxismo y
el anarquismo
La AIT tenía como
objetivo coordinar las acciones de los diferentes estados europeos. Destacaban
tres grupos: las Trade Union (organizaciones obreras) británicas, que
mantuvieron la estructura de la organización; los obreros franceses
(anarquistas); y los refugiados políticos alemanes e italianos. El programa de
la organización contemplaba el reconocimiento oficial de los sindicatos, la
reducción de la jornada laboral y el derecho a la huelga. Los constantes
enfrentamientos ideológicos nacidos de la rivalidad personal que mantuvieron
Marx y Bakunin contribuyeron a la disolución de la Primera Internacional.
El marxismo es una corriente científico-filosófica elaborada
por Marx y Engels, cuyos principios son los siguientes:
Materialismo dialéctico: teoría filosófica según la cual
el mundo está formado por dos polos diferentes: espíritu y materia (las ideas
son el resultado de la propia historia);
Materialismo histórico: teoría sociológica sobre el
desarrollo histórico de la humanidad basada en la sucesión de diferentes tipos
de sociedades: primitiva, esclavista, feudal, capitalista y socialista. La
sucesión de estas fases históricas es el resultado de la lucha de clases entre
oprimidos y opresores;
Análisis y crítica del capitalismo: la sociedad actual se
basa en la propiedad privada y en la explotación de una mayoría (obreros) por
una minoría (burguesía);
Socialismo y comunismo: el socialismo es la fase histórica
que debe sustituir al individualismo capitalista; propugna la colectivización
de la propiedad y de los medios de producción y el gobierno del proletariado.
El comunismo es la etapa final del socialismo, en la que desaparecería
totalmente la propiedad privada y, por lo tanto, las clases sociales. Durante
esta fase histórica, incluso desaparecería el Estado. Vid.: VV.AA. Histocard
II. Hechos y personajes históricos (desde 1700). Castellnou. Barcelona,
1995, pp. 23 y 24.
Souvarine representa al movimiento anarquista, que sostenía
los siguientes principios: la abolición del Estado y de todas las instituciones
de poder, la supresión de la propiedad privada y la creación de una nueva
sociedad basada en la libertad individual y la libre colaboración entre los
individuos. Sus máximos representantes fueron:
Proudhon: admite la pequeña propiedad privada.
Bakunin: defiende la colectivización de los medios de
producción, pero no de los frutos.
Kropotkin: promueve la colectivización total.
Tomado del comentario de Tomas Valero Martínez
Película “Germinal”, Claude Berri, 1993, Francia.
Novela de Emile Zola, 1885.
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