lunes, 7 de octubre de 2019

Desaparición forzada, el caso de Elena Quinteros

Desaparición forzada

"La privación de la libertad de una o más personas, cualquiera que fuere su forma, cometida por agentes del Estado o por personas o grupos de personas que actúen con la autorización, el apoyo o el consentimiento del Estado, seguida de la falta de información o de la negativa de reconocer dicha privación de libertad o de informar sobre el paradero de la persona, con lo cual se impide el ejercicio de los recursos legales y de las garantías procesales pertinentes".


Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, artículo 2 en la Ley 16.724.


El caso de la maestra Elena Quinteros

Elena Quinteros era mili­tante del Partido por la Victoria del Pueblo y se encontraba requerida por las Fuerzas Conjuntas. Fue detenida el 26 de junio de 1976 y entregada al Batallón de infantería N° 13, donde fue torturada. Planeó su fuga y logró convencer a sus captores de que los conduciría hasta un contacto, en una esquina de la ciudad. El 28 de junio, alrededor de los 10 de la maña­na, llegaron al lugar. Elena se dirigió a encontrarse con su falso contacto y comenzó o correr hasta alcanzar el predio de la Embajada de Venezuela, mientras gritaba su nombre y profesión, los funcionarios policiales lograron alcanzarla e invadieron la sede diplomática para arrebatarla de allí y conducirlo nuevamente al vehículo policial. La Embajada solicitó la entre­ga de la mujer que había sido secuestrada de suelo venezolano. Un memorándum secreto del Ministerio de Relaciones Exteriores, datado en julio de 1976, presento las ventajas y desventajas de entregar a Elena Quinteros al gobierno venezolano.

"Entregar a lo mujer: Tendrá las siguientes ventajas: 1) Evitar el rom­pimiento de relaciones diplomáticos con Venezuela y todos las consecuen­cias y problemas conexos. 2) Radicaría nuestra posición de cumplidores fieles de nuestros compromisos internacionales. 3) Constituiría una posición explotable internacionalmente a nuestro favor.
Desventajas: 1) Apareceríamos haciendo lo entrega bajo presión de Venezuela. 2) Reconoceríamos la comisión de un acto ilícito y tendría que afirmarse sanción o los responsables. 3) Lo mujer podría hacer decla­raciones en nuestro contra. 4) Los elementos anteriores podrán ser explo­tados contra nosotros…”

Elena Quinteros no fue entregada y Venezuela rompió relaciones diplomá­ticas con Uruguay. Según el informe final de la Comisión para la Paz, creada por el presidente Jorge Batlle, Elena fue ejecutado en los primeros días de noviembre de 1976. En el año 2002, 26 años después del secuestro, los investigaciones realizadas en cumplimiento del artículo 4° de la ley de Caducidad llevaron a lo cárcel al canciller de la época quien fue considerado el principal responsable de los hechos.


Citado en Alvaro Rico, Investigación histórica de detenidos desaparecidos. Presidencia de lo Repúblico, IMPO, 2007, tomo i, fichas personales.

sábado, 5 de octubre de 2019

¿Por qué se produjo un Golpe de Estado en Uruguay en 1973?

La situación internacional y su incidencia en el Golpe de Estado uruguayo
No se puede entender por qué se produjo un Golpe de Estado en Uruguay sin conocer lo que sucedía en el mundo en ese momento. Hay dos factores claves en el plano internacional que incidieron fuertemente en nuestra Dictadura.
  • La Guerra Fría estaba instaurada desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Las dos grandes potencias se disputaban el mundo tras la caída de Hitler y operaban en todos los rincones del planeta. Por un lado Estados Unidos pretendía extender el sistema capitalista y frenar el avance del socialismo. Por su parte la Unión Soviética tenía como objetivo expandir el socialismo y detener al sistema capitalista. La CIA y la KGB operaban en todo el mundo, inclusive en Uruguay. La CIA norteamericana apoyó el Golpe de Estado en Uruguay y en toda la región. Cuando Pinochet da el Golpe de Estado en Chile, aviones norteamericanos surcaron los cielos en pleno ataque al presidente Allende, electo por voto popular. También, y en caso que ganara el Frente Amplio las elecciones del 71, Estados Unidos solicitó a Brasil que nos invadiera, cosa que el país norteño aceptó. Por su parte la KGB financiaba y entrenaba movimientos de Izquierda en toda América Latina.

  • La Revolución Cubana también fue un factor clave. Provocó un efecto contagio en todo el continente. Un isla frente al gran imperio norteamericano había salido triunfante con una revolución liderada por Fidel Castro y el Che Guevara, destronando al dictador Batista. Muchos jóvenes uruguayos vieron en esa revolución un gran faro a seguir. De hecho el reclutamiento del MLN explotó en ese momento de la Historia. Sin embargo cuando el Che se hizo presente en la Universidad de la República, brindó un mensaje que no esperaban muchos de nuestros jóvenes: el Uruguay debe llegar al socialismo por la vía democrática y no por las armas. Por supuesto que esa recomendación de Guevara no fue seguida por los integrantes del MLN.
¿Cuáles fueron los principales factores internos que llevaron a una Dictadura cívico-militar en Uruguay?
Por supuesto que existen diversos factores internos para comprender a la Dictadura, pero nosotros pretendemos centrarnos en los que consideramos los más relevantes para explicar por qué se produjo un Golpe de Estado en Uruguay.
  • La crisis económica. Una vez finalizada la Guerra de Corea en 1953, comenzamos a gastar las reservas que nos quedaban de nuestro auge económico. Pero a partir de 1955 la Suiza de América, el Uruguay de las Vacas Gordas, comprendió que el precipicio estaba a pocos pasos y era inevitable. Esta crisis económica de largo aliento impactó fundamentalmente en una clase media que veía cómo sus privilegios se esfumaban. Doctores por ejemplo trabajando de mozos o de taxistas. Esta crisis económica, fue un caldo de cultivo para el surgimiento de movimientos de izquierda que veían en el socialismo un camino a seguir. Pero también la crisis económica no fue positiva para los sectores empresariales, que buscaban mantener sus ingresos a costa de bajos salarios y poca inversión. Estos sectores empresariales son los que van a exigirle al gobierno «mano dura» para frenar al movimiento de los trabajadores (de hecho en la década del 60 se crea la CNT como espacio para reclamar mejores condiciones de trabajo).

  • Conflictividad social. La crisis económica derivó en conflictos sociales. También aumentó la cantidad de uruguayos que buscaron otros horizontes en el exterior. La emigración por causas económicas se hizo constante. Miles de uruguayos se fueron del país. Pero también aumentó el nivel de conflicto social ante una torta económica que cada vez era más pequeña para repartir. Huelgas, reclamos salariales, movilizaciones, provocaron una situación límite en nuestro país.

  • Falta de respuesta efectiva de la clase política. Los partidos políticos uruguayos no lograron hallar soluciones claras a la crisis económica. Una de las alternativas que tomaron fue la decisión de pedir nuestro primer préstamo al FMI, lo que llevó a incrementar nuestra deuda externa e incluso a provocar mayor tensión social. La clase política uruguaya de ese entonces tiene gran responsabilidad en el Golpe de Estado por no hallar respuestas equilibradas a tiempo a una situación de escalada de violencia social. Tras la muerte de Gestido, por ejemplo, Pacheco Areco procuró defender los intereses de los sectores empresariales en detrimento de los trabajadores, agudizando el conflicto social y aumentando el poder militar.

  • Radicalización de los movimientos de izquierda. El surgimiento del MLN-T fue clave para entender el proceso de Dictadura. Es cierto que fueron derrotados antes del Golpe de Estado. ¿Pero acaso su amenaza no seguía latente? Los Tupamaros operaron en nuestro país con el fin de llevar a cabo una revolución armada de tinte socialista, diseñando un movimiento guerrillero urbano inédito en el mundo. Sin dudas que el MLN surge como una respuesta a la crisis económica en el marco de la Guerra Fría, en un mundo cada vez más bipolar. Su presencia fue clave para que la Derecha cobrara mayor protagonismo en el gobierno.

  • Derechización de los mandos militares y del gobierno. En la medida que la crisis económica se consolidaba y la conflictividad social aumentaba, los mandos militares comenzaron a derechizarse, a tomar un camino donde se aceptaba la idea de reprimir a sangre al movimiento sindical que reclamaba por sus derechos. El ala izquierda militar fue perdiendo peso. De hecho el General Seregni intenta transitar caminos de conciliación que lo apartan del mando militar. Por su parte los militares hallan en Pacheco Areco un aliado incomensurable, aceptando incluso la terrible idea de la creación de un Escuadrón de la Muerte que operaba en las tinieblas legales y donde se aplicaba la tortura desarrollada por los franceses en la guerra de Argelia y enseñada por los norteamericanos en la Escuela de Panamá. En el marco de la Guerra Fría, los militares uruguayos y el gobierno de Pacheco Areco, contaron con el apoyo de Estados Unidos para operar en su lucha contra los «insurgentes».

  • Gran parte del pueblo uruguayo «balconeó». Ante la radicalización de los sectores de izquierda y la derechización de los mandos militares, cuando Bordaberry disolvió las cámaras el 27 de junio de 1973, la gran mayoría de los uruguayos no hizo nada. Miró la situación desde un balcón. Es cierto que los movimientos sindical y estudiantil salieron a las calles para frenar el Golpe, pero la mayoría de los uruguayos permanecieron en sus casas y no atinaron siquiera a protestar. Esto sin dudas generó un apoyo pasivo a las Fuerzas Armadas que vieron su oportunidad de tomar el control de un gobierno que no hallaba soluciones políticas a la compleja situación del país. El Golpe de Estado llegó para quedarse por muchos años en nuestro país en un período oscuro que vivimos y aceptamos gran parte de los uruguayos.
Publicado en CiudadMalvín.com
BY  · JUNIO 27, 2017
https://ciudadmalvin.com/por-que-se-produjo-un-golpe-de-estado-en-uruguay/

viernes, 4 de octubre de 2019

El golpe de Estado y la instauración de la dictadura


El 27 de junio de 1973, el presidente Juan María Bordaberry decretó la disolución del Parlamento instaurando una dictadura, en el marco de una escalada golpista en otros países del Cono Sur de América Latina. En el caso uruguayo era la tercera vez que, en el siglo XX, un presidente electo constitucionalmente daba un golpe institucional, aunque eral la primera vez que lo hacía con la participación protagónica de las Fuerzas Armadas.

No fue un acontecimiento repentino e inesperado, sino que se trató del desenlace de un largo proceso de deterioro del sistema político democrático, claramente reconocible a partir de 1968, pero cuyas raíces más profundas deben ubicarse, en el contexto de la Guerra Fría, en la crisis económica surgida a mediados de la década de 1950 y la conflictividad social derivada de esta situación.

En Uruguay, la disposición reiterada de “medidas prontas de seguridad” (un instrumento constitucional previsto para casos de excepción) a partir de 1968, permitió la suspensión de las garantías individuales, la limitación de la libertad de expresión y de prensa, la prohibición del derecho de huelga y la restricción de las actividades sindicales. Asimismo, se decretó la “militarización” de funcionarios de los sectores público y privado que se hallaban en conflicto, se allanaron reiteradamente los locales universitarios y se incrementó el uso de la fuerza en la represión de la protesta social. A pesar del rechazo multitudinario a la muerte del estudiante Líber Arce, la escalada represiva fue en aumento.

El abuso de ciertos instrumentos legales, el desborde represivo y la adjudicación de nuevas funciones a las Fuerzas Armadas fueron estrategias empleadas desde los últimos años de la década de 1960 para contener la alta movilización política y gremial y reprimir los focos de guerrilla urbana Ello explica que en el momento del golpe ya se hubiesen producido detenciones, censuras y prohibiciones, además de haberse comprobado que la aplicación de torturas a detenidos era una práctica habitual.

La alianza de militares y civiles que gobernó desde la disolución del Parlamento, en sintonía con las orientaciones de la llamada Doctrina de Seguridad Nacional y del neoliberalismo e económico buscó promover transformaciones profundas en la política, la economía y las  sociedad uruguaya. Entre sus primeras medidas el nuevo régimen suspendió la actividad de los partidos políticos y decretó la disolución de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT), disponiendo la clausura de todos sus locales y el arresto de sus dirigentes. Por decreto se suprimió el derecho a la huelga de los trabajadores. Para finales de 1973, se había intervenido la Universidad e ilegalizado casi la totalidad de las agrupaciones políticas y estudiantiles de izquierda. A su vez, el control que el régimen tenía sobre la información que circulaba públicamente, ejercido a través de la censura y la clausura de muchos medios de comunicación, dificultaba en gran medida la difusión pública de esta situación.

El año se cerró con la instalación de un Consejo de Estado, órgano consultivo, presidido por Martín Echegoyen e integrado por otros civiles, cuyas sesiones no fueron públicas.

Tomado de la web del Centro Cultural Museo de la Memoria.