jueves, 26 de noviembre de 2020

Uruguay entre democracia y autoritarismo

El mito del Uruguay democrático

Si bien  es cierto que ha sido uno de los países latinoamericanos que gozó de mayor estabilidad democrática a lo largo del siglo XX, también lo es que la democracia no ha sido una realidad permanente ni una esencia inmutable. Por el contrario, como tantos otros países en Europa y América Latina, la experiencia uruguaya ha sido la de la oscilación entre democracia y autoritarismo. De hecho, de los 81 años comprendidos entre 1930 y 2010, durante 27, exactamente la tercera parte del período, el país vivió bajo situaciones de autoritarismo o semiautoritarismo. Tres golpes de estado (1933, 1942, 1973) sucedieron durante esa etapa y en dos oportunidades se instauraron dictaduras que gobernaron por largo tiempo. La experiencia democrática iniciada con la Constitución de 1918 fue interrumpida por el golpe de Estado civil ejecutado por el presidente Gabriel Terra en 1933. Se instauró entonces una dictadura que, si bien se liberalizó a partir de 1939, no finalizó hasta que en 1942 otro golpe de Estado civil condujo finalmente a la normalización política a partir de 1943. Desde entonces y hasta 1967 el país vivió una segunda experiencia democrática.
            
A partir de 1968, bajo la presidencia de Jorge Pacheco Areco, como respuesta al ascenso de la protesta social y a la emergencia del desafío de una guerrilla de propósitos revolucionarios, se produjo una clara deriva autoritaria. El deterioro de los rasgos esenciales de la convivencia democrática fue tan profundo que entre 1968 y 1973 no puede reconocerse una democracia plena, sino más bien un tipo de régimen semiautoritario que hoy podemos interpretar como de transición hacia la segunda dictadura del período. Esta se instauró finalmente en 1973, mediante un nuevo golpe de Estado, esta vez civil-militar, ejecutado por el presidente Juan María Bordaberry con respaldo de las Fuerzas Armadas. Se inauguró entonces la etapa de mayor represión y violencia estatal en la historia uruguaya, llegando a extremos de terrorismo de Estado y mostrando incluso, por momentos, pretensiones totalitarias. Tras doce años de dictadura, y en el marco de una transición negociada que recién culminó en 1989, el país ha vivido una tercera experiencia democrática, la más larga hasta el momento.

Al final de esta secuencia resulta claro que el mito del Uruguay democrático esconde en verdad la realidad de una alternancia entre autoritarismo y democracia que entre 1930 y 2010 incluye dos dictaduras y dos períodos democráticos. La mayor duración de estos últimos no quiere decir que los intervalos autoritarios hayan sido desvíos excepcionales, casi que accidentes de la historia en un país destinado a vivir en democracia. Tampoco puede dejarse de lado el hecho de que, contextualizando la historia uruguaya en el marco latinoamericano, resulta que Uruguay se cuenta entre los países que han podido disfrutar de los períodos más largos de estabilidad democrática en el período histórico que estamos estudiando.     

Tomado del libro Uruguay. En busca del desarrollo entre el autoritarismo y la democracia, 1930/2010, coordinado por los historiadores Aldo Marchesi, Vania Markarián y Jaime Yaffé. 

1. Buscar información que defina los siguientes conceptos: democracia, autoritarismo, dictadura, golpe de estado, terrorismo de Estado, totalitarismo.

2.  ¿Qué rasgos generales caracterizaron la experiencia política de Uruguay entre 1930-2010?

3. Realizar una línea de tiempo y ubicar en ella los hechos y procesos históricos que aparecen mencionados en el texto.

4.  ¿Qué diferencia a Uruguay de otros países latinoamericanos?

5.  ¿Cuáles serán los “rasgos esenciales de la convivencia democrática”?

6. Buscar información sobre Jorge Pacheco Areco y su presidencia.


7. Conseguir información sobre Juan María Bordaberry y el golpe de Estado de 1973.

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